Sor Emmanuel nos cuenta del increíble poder de como una simple oración puede salvar a un alma perdida. Pablo era un hombre que vivía en la calle, que no sabía como rezar, pero siempre visitaba a Jesús en la iglesia para decirle hola. Ella también cuenta la historia de Jakov, uno de los videntes de Medjugorje, era un pequeño niño, y nuestra Bendita Madre le mostró el poder de sus simples oraciones para salvar almas.