Este episodio de No Me Callo / I Won’t Stay Quiet Jessica Lomelin habla sobre lo que significa ser una voz que incomoda. Una voz que no se calla, aunque duela. Reflexiona sobre las veces que nos enseñaron a quedarnos quietas, a bajar la mirada, a no “hacer tanto ruido.” Sobre lo que cuesta recuperar la voz cuando el silencio se vuelve costumbre, y sobre el poder que nace cuando decides hablar aunque el mundo no esté listo para escucharte.

Desde su experiencia acompañando historias de dolor, resistencia y renacimiento, Jessica comparte un mensaje profundo sobre la fuerza de nombrar lo que duele. Ser el grito que no quieren oír no es rebeldía vacía es memoria, es dignidad, es amor propio hecho resistencia. Es mirar de frente a la incomodidad y elegir la verdad, aunque tiemble la voz.

Este episodio es una invitación a todas las que alguna vez fueron silenciados, a quienes alguna vez sintieron que su historia era “demasiado”. Recordar que nuestras voces son semillas, y que incluso cuando nadie escucha, hablar sigue siendo una forma de sanar.

📚 Aquí está el libro mencionado en el episodio Habla — una historia que nos recuerda que hablar, incluso temblando, es un acto de libertad.

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