La información se ha convertido en el eje central de las nuevas dinámicas globalizadoras de
la industria cultural que utiliza a la información como un nuevo valor de uso. El colonialismo
informativo está afectando al derecho que tiene todo ciudadano a recibir una información veraz,
llegándose a la paradoja de que en la actual sociedad de la información, en la que existen
mayores posibilidades tecnológicas y profesionales para recibir un mejor servicio informativo,
se ofrece un producto más limitado y condicionado a los intereses políticos, económicos o
ideológicos.