La participación de la mujer en la minería es una realidad en México; con una adecuada gestión social, es una oportunidad para que las empresas y las comunidades promuevan un cambio positivo en favor de estas, fomentando la colaboración, promoviendo los derechos humanos e impulsando el desarrollo social y económico, ya que es uno de los sectores con salarios más competitivos, mayor al promedio nacional.