Surimi son los Beastie Boys andaluces: no hay nadie más capaz de mezclar a

Funkadelic con Georgie Dann, al Tekken con Lina Morgan y el Burger King con los

VHS. El humor

bizarro del MC Coopermen, plagado de referencias pop y mala leche, encaja a la

perfección con los ritmos de techno y electro que dispara Carlboro desde las

maquinitas. En su receta caben desde el rap clásico yanqui hasta el funk y

la rumba.

Sus

actuaciones salvajes en festivales como Monkey

Week ya han pasado a la historia por su desprejuiciada invitación al

desfase a través de la improvisación, el cachondeo y un sentido rítmico

envidiable. Tras firmar un par de discos de lo más recomendables en los últimos

años, este ‘Starfish Troopers’ es su definitivo salto a la primera división

de la nueva música en español. Este trabajo sirve además como escaparate de una

escena invisible con nombres como Sholo Truth, OFaith, El Xingo, Nacho

Maidero y Mikelodium.

Refugiados

en un escondrijo ajeno a las tendencias, Space Surimi trasciende los géneros de moda (su

acercamiento al reggaetón o al trap es desde la ironía distópica, como en el

corte ‘Future Twerk’), lanza guiños al humor cafre y costumbrista a lo Borat y en

sus vídeos capta la estética de los nuevos tiempos a través de la

tecnología, los videojuegos y la cultura digital pero también recuperando

referencias nostálgicas de los 90.  

José Fajardo