La USS Enterprise entra en la Zona Neutral para encontrar la antigua y todopoderosa civilización de Iconia, o más bien la única sala que queda de ella. Eso sí, la sala de control central.
Picard y los suyos deben evitar que los conocimientos de Iconia caigan en manos de los Romulanos. Todo esto en medio de una serie de fallos técnicos que afectan tanto a la Enterprise, como a la ave de presa Romulana, como a la USS Yamato que acaba, o más bien empieza, explotando.
Estos fallos no permiten a Picard ni siquiera tomarse su té Earl Grey caliente. Eso sí, le ha salido una nueva afición, la arqueología. Bueno, nosotros ya lo sabíamos porque hemos visto la serie muchas veces.
Mucha tensión, Riker en el puesto de mando, Picard en el planeta. Y en medio de todo, que se nos cuela Rocky, como siempre. En definitiva, un episodio muy disfrutable de Star Trek puro. ¿Dónde habremos oído antes eso de una civilización mítica superavanzada perdida y destruida?