La predicación expositiva es importante porque, si se sigue fielmente, tiene como resultado que se predique todo el consejo de Dios. Los temas difíciles o controvertidos no se pueden ignorar o pasar por alto como sucede con la predicación temática. El expositor trata lo que dice el texto, versículo por versículo, capítulo por capítulo, libro por libro. Ayuda para evitar sacar los versículos fuera de contexto y obliga al fiel pastor a dar la debida diligencia a los temas y asuntos que son polémicos y difíciles.
Algunos que quieren restar importancia a la predicación expositiva dicen que limita la capacidad del predicador para presentar temas importantes que consideran que sus congregaciones necesitan escuchar. Estos críticos no reconocen el poder efectivo de la Palabra de Dios, que, cuando se presenta en la plenitud de su verdad, no vuelve vacía (Isaías 55:11).
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