Él era un hombre que estaba solo y disfrutaba del placer,pero esta vez quería placer de una dama de la noche y le mando a llamar y pagando por adelantado ella que era trabajadora de dicha especialidad,llegó hasta su alcoba para complacerle.
Jamás imaginó que le haría sentir tanto placer y que al parecer esta vez no era fingido. Él notó que al tratarla bien,se entregó, él era experto haciendo de las suyas.
Una noche que lastimosamente duro solo dos horas, pero que en esas dos horas no hubo nada que se dejará de lado.Complacidos,ella se va y él queda pensando, sí volverá,ya que esa noche no fue solo placer,sino que se dio cuenta que ella era algo más,su belleza y su silueta no salían de su mente y él se sentía tan hombre por haberla hecho vibrar.