¿Cuántas veces has escuchado las siguientes frases?:

"El dinero no puede comprar la felicidad"

"Yo prefiero ser pobre pero vivir tranquilo"

Crecimos escuchando y grabando en nuestra mente estas frases al mismo tiempo que nos impresionábamos y anhelábamos el estilo de vida de gente que lo parecia tener todo.

Lo cierto de todo esto es que muchos de nosotros hemos sido programados desde pequeños para tener una aversión inconsciente hacia el dinero;

Fuimos condicionados históricamente, culturalmente, socialmente y hasta religiosamente a tener las creencias incorrectas sobre el dinero y aun así nos preguntamos porque este es el eterno tema sin resolver de nuestras vidas y porque no lo valoramos de forma correcta mientras nos pasamos la vida persiguiéndole.