La obesidad y la osteoartritis son dos problemas de salud interconectados, se han vinculado por la relación que generan desde la biomecánica, pero los biomarcadores han mostrado en estudios actuales que esta relación puede ser aún más profunda de lo que se pensaba.

El proceso patológico de la osteoartritis, involucra no solo al cartílago, sino a toda la articulación diartroidal, sin embargo, pasó una década antes de que se aceptara la sinovitis como una característica crítica de la osteoartritis, y algunos estudios ahora están abriendo el camino para considerar la condición como un impulsor del proceso de osteoartritis.

Los factores metabólicos contribuyen a la alta prevalencia de osteoartritis en personas obesas. Todas las adipocinas conocidas están marcadamente desreguladas en la obesidad; existiendo una sobre expresión de resistina, leptina, quemerina y visfatina-1, adipocinas implicadas en la patogenia de la inflamación además de alteraciones en algunas adipocinas con propiedades antiinflamatorias, como la adiponectina y la omentina que se muestran disminuidas.

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