El síndrome de ovario poliquístico es el trastorno endocrino-ginecológico-metabólico más común en mujeres de edad reproductiva, cuyo costo de las comorbilidades a largo plazo asociadas con este síndrome se calculó en casi 4 mil millones de dólares durante el 2020.

Investigaciones actuales señalan el papel beneficioso potencial de la suplementación con inositol, un compuesto químico perteneciente a la familia de los polialcoholes cíclicos, en el síndrome de ovario poliquístico, en el contexto de las tecnologías de reproducción asistida y en vitrofertilización.

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