Tailandia paraíso gourmet de los insectos comestibles
Desde tiempos inmemoriales, los insectos han sido una fuente de alimento en muchas culturas. En la Biblia se mencionan las langostas como sustento, los aztecas recolectaban ahuautle, los huevos de mosca, y en África las termitas eran un manjar. Hoy, en Tailandia, este legado ancestral se ha convertido en una industria moderna y en un movimiento gastronómico con proyección mundial. ¿Podrán los grillos y gusanos reemplazar la carne en nuestras mesas?
**INTERLOCUTOR 1 – SUWIMON CHANTAJOHN (Empresaria de Siam Bugs):**
Mi abuelo me enseñó a recolectar insectos cuando era niña. Recuerdo correr por los campos en Isan, buscando grillos entre la hierba o escarabajos escondidos bajo la corteza. Cuando crecí, viajé por el mundo y me di cuenta de que mucha gente sentía rechazo hacia los insectos. Así nació Siam Bugs. Hoy, en mi granja criamos toneladas de grillos, y cada uno de ellos puede ser parte de un plato exquisito.
**INTERLOCUTOR 2 – ARNOLD VAN HUIS (Entomólogo, Universidad de Wageningen):**
La entomofagia ha sido clave en muchas civilizaciones. A día de hoy, unos 2.000 millones de personas consumen insectos de forma habitual. Son ricos en proteínas, tienen grasas saludables y su exoesqueleto aporta fibra beneficiosa para el intestino. Pero lo más impresionante es su impacto ambiental: producir un kilo de grillos consume hasta 12 veces menos recursos que un kilo de carne de res. Tailandia ha entendido esto y ha creado un modelo sostenible que podría ser el futuro de la alimentación.
**INTERLOCUTOR 3 – NATAPOT WARRIT (Entomólogo, Universidad Chulalongkorn):**
En los mercados tailandeses puedes encontrar de todo. Orugas de bambú mantecosas, hormigas rojas con un toque cítrico, cigarras crujientes o los famosos bichos de agua gigantes con su aroma a queso azul. En el sur, los escarabajos de temporada llegan a costar más que el pollo. No es solo una tradición, es un negocio en expansión.
**INTERLOCUTOR 4 – POORIPAT "ART" THIAPAIRAT (Chef de Bounce Burger):**
En mi restaurante servimos hamburguesas de grillo. La gente viene y dice: "No me gustan los insectos", pero cuando prueban la hamburguesa, cambian de opinión. Los grillos aportan un sabor tostado, casi a nuez. También servimos pasta enriquecida con harina de insecto, batidos de proteína de larva y hasta chocolate con gusanos. La clave es presentarlo de una manera que se sienta familiar y deliciosa.
**NARRADOR:**
Tailandia está marcando el camino con su industria de insectos comestibles, combinando tradición y tecnología. Pero el mundo aún tiene que superar su prejuicio hacia estos pequeños gigantes de la sostenibilidad. ¿Serán los insectos la proteína del futuro? Quizá, dentro de unos años, una hamburguesa de grillo sea tan común como un filete. El tiempo lo dirá.