El libro de Daniel nos presenta la historia de Susana, acusada injustamente, a punto de perder la vida a manos de las autoridades poderosas de su época. Ella se pone en las manos de Dios y su justicia. El Señor hace surgir a Daniel quien, con su sabiduría, la librará de sus enemigos y de una muerte segura. El evangelio de Juan nos interpela sobre nuestras miradas a la realidad humana, siempre limitada y frágil, pues Jesús la asumió y la acogió con misericordia y la redimió con su sangre. ¡Señor y maestro, líbranos de nuestros juicios sin misericordia!