A principios de 1848, según las crónicas, James Marshall mientras construía una aserradero en un pequeño pueblo de Sierra Nevada, a unos 80 kilómetros al noroeste de San Francisco, encontró una pepita de oro en el río. Sin saberlo, acababa de dar con un hallazgo asombroso que daría lugar a la mayor fiebre del oro del S. XIX. Nada volvería a ser lo mismo en California. Más de 300.000 hombres, mujeres y niños acudirían a California en busca del sueño americano. Esto hizo que la llegada de miles de personas a estos territorios prácticamente despoblados destruyeran la forma de vida de condados enteros. A principios del siglo XIX la mayoría de la población civil de las principales tribus nativas americanas se vieron obligadas a trasladarse a reservas a medida que el gobierno de los Estados Unidos avanzaba por más territorio con el pretexto del destino manifiesto. Con el descubrimiento de oro en California, el gobierno americano comenzó a robar tierras de las reservas donde estaban situados estas tribus nativas. Del mismo modo, manipuló la percepción pública contra los nativos americanos, permitiendo que el ejército estadounidense llevara a cabo multitud de atrocidades contra este colectivo. Lo que llevo a un verdadero genocidio que ha sido silenciado hasta nuestros días.
Bibliografía:
- La vida en el Salvaje Oeste. La fiebre del oro de California de 1848, Historia National Geographic.
- La Fiebre del oro de California, Captivating History, 2021
- Quién fué Joaquín Murrieta, el bandolero latino que "aterrorizó" la California de los años 1850, BBC news