Un pequeño pueblo, una niña asesinada, un vecino sospechoso y una investigación con vacíos. Estas son las piezas de un crimen sin respuesta.

El macabro hallazgo de una niña decapitada en un tranquilo pueblo de Cartago estremeció a dos países enteros.

Un falso profeta condujo a cientos de sus seguidores a una muerte segura. La comunidad  religiosa había salido de los Estados Unidos y se afincó en una jungla en Guyana. Allí, Jim Jones manipuló y obligó a tomar un veneno a más de 900 personas.

El plan de los delincuentes era entrar al banco, robar el dinero y escapar lo más pronto posible. No obstante, todo se complicó y terminó en una masacre.

La muerte de dos niños pequeños en un incendio conmovió a un país entero. Poco después, el dolor se convirtió en ira cuando la policía descubrió quién había provocado el fuego.

Una exnegociadora de rehenes de la policía judicial narra cómo fue lidiar con el hombre que sembró terror en el  asalto bancario más sangriento en la historia de Costa Rica.

En el año 2017, cinco estudiantes fueron masacrados dentro de una casa. Una sexta víctima resultó gravemente herida, pero su testimonio fue clave para desenmascarar al asesino.

El escenario difícilmente pudo haber sido peor: Un incendio se desató en el piso de un hospital repleto de pacientes. El dolor que provocó la tragedia fue comparable con el asombro de la sociedad al descubrirse que el fuego fue provocado.

Un expolicía detalla como, durante años,  investigó los crímenes atribuidos al asesino serial que actuó en el llamado Triángulo de la Muerte.

Un sobreviviente de la época más sangrienta en la recordaba Penitenciaria Central narra como era pasar los días en esa temible cárcel donde imperaba la ley del más fuerte.