Vaya, parece que ese líquido pegajoso y caliente se hace más y más grande. Hablamos, claro, de la sangre de monstruo, que en esta tercera parte del relato sigue haciendo de las suyas y causando el mal allá por donde pasa. Por suerte, nuestros dos protagonistas, que viven secretamente en la Polonia nazi, tendrán que hacer frente a este nuevo ingenio de RL Stine. ¿Sobrevivirán o qué?