Nuestro protagonista es un niño que se encuentra un piano viejo en su ático y lo escucha por las noches. Esto podría dar miedo si no fuera porque RL Stine lo mezcla con odio a los gatos, profesores con nombres graciosos y el niño con menos gracia para hacer bromas de la historia. Ahí nos identificamos con él. ¡Esta es la primera parte de Melodía Siniestra!