Llegamos al final de esta historia de hámsters gigantes, niños con apodos ridículos y la tontería habitual en los libros de RL Stine con una épica batalla concluida por, quizá, el giro más ridículo hasta la fecha. ¡Todo ello con los juegos de palabras fáciles, los chistes de pollas y las tonterías habituales! ¡Qué miedo vais a pasar!