Volvemos a la normalidad con un episodio en el que nuestros dos protagonistas tienen que adaptarse a vivir en un Londres sin sus padres, sin dinero válido y sin recordar sus nombres. Tampoco les va tan mal, la verdad. Entre medias, seguimos soñando con las actividades de la Bacon-Con y vemos a RL Stine luchando por su vida en el espacio. ¡Qué miedo váis a pasar!