Llegamos al final de la Navidad, y con ello los regalos de Reyes. ¿Y cómo os íbamos a dejar sin nuestro regalo particular? Un relato que puede ser el más insultante que hemos hecho hasta la fecha, con chistes enfermizos que ahuyentarían a cualquier persona decente. Vamos, que nos lo hemos pasado la mar de bien. ¡La semana que viene, empieza Invisibles!