Las historias que contamos en este episodio son escalofriantes. Todas fueron perpetradas por hombres, jefes o superiores que, por distintas razones se han sentido en el derecho de acosar a sus empleadas o compañeras. Algunos, bajo la excusa de cortejarnos; otros, diciendo que “son meras bromas que no aguantamos”; y algunos, abiertamente aceptan que lo que quieren es tener acceso sexual a nuestros cuerpos. ¿Cómo reaccionamos a esto las mujeres? ¿Qué sentimos? ¿Qué hacemos? ¿Por qué, a veces, es difícil que denunciemos?