La escena de
la electrónica andina se fue desmoronando casi con el mismo ímpetu con el que
se puso de moda. Quizá ese fue el problema: muchos de los productores que
participaron en su nacimiento no aspiraban a ser tendencia global, más bien rechazaban esa concepción
mercantilista de la música. Así fue como
Nicola Cruz se fue escorando hacia un sonido mucho más árido cercano al techno
o Chancha Via Circuito se zambulló en lo experimental.
Por suerte, la
llama sigue viva gracias a otros artistas que han seguido transitando en el
circuito, reinventando un sonido que es infinito como lo son las selvas,
montañas y ríos que atraviesan Latinoamérica. Desde El Búho hasta Quantic o Cerrero,
quien está explorando la fusión de la cumbia y la electrónica contemporánea
junto a sonidos del Pacífico colombiano en una propuesta realmente fascinante y
novedosa.
En esa lista hay
que sumar a Terror/Cactus, alter ego de Martín Selasco, nacido en Buenos Aires,
criado en Miami y con base de operaciones en Seattle. Como Cerrero, explora una
mezcla inédita: en su caso, suena a Los Straitjackets mezclados con psicodelia
de club, chicha peruana y cumbias andinas. Es ese espíritu del surf rock que
bebe de iconos como Dick Dale lo que hace tan refrescante su propuesta.
En este trabajo
se alía junto a su compatriota, el polifacético músico argentino Lucas Page
(alias Guazú) y además participa el productor experimental hondureño Abi Lean,
que remezcla dos de los cortes al final del disco. Es música instrumental
pensada para el club, atiborrada de atmósferas lisérgicas y pasajes para dejar
volar la mente y soñar que uno tiene las alas del cóndor y vuela cada vez más
alto.
José Fajardo.