La Ley de Prácticas Justas de Cobro de Deudas (FDCPA) protege a los consumidores de prácticas abusivas por parte de los cobradores de deudas, estableciendo reglas claras sobre cómo pueden comunicarse con los deudores, prohibiendo la mentira, la humillación pública, la implicación indebida de amigos y familiares, llamadas en horarios inapropiados, amenazas y acoso. Los consumidores tienen derecho a solicitar que cesen las llamadas al trabajo y pueden pedir por escrito que detengan toda comunicación, aunque esto puede llevar a una mayor probabilidad de ser demandado.