En 2002, la banda escocesa The Delgados lanzó Hate, su cuarto álbum de estudio, un trabajo que los consolidó como una de las propuestas más sofisticadas y emotivas de la escena indie de principios de milenio. Conocidos por su sello Chemikal Underground y su compromiso con la independencia artística, los de Glasgow ya habían mostrado ambición en The Great Eastern (2000), pero fue con Hate que abrazaron de lleno la densidad orquestal y la ironía emocional.