"The Fat of the Land", lanzado en 1997, es el tercer álbum de estudio de The Prodigy y una de las obras más emblemáticas de la música electrónica de los años 90. Con este disco, la banda liderada por Liam Howlett llego a su punto máximo, fusionando la agresividad del punk, la contundencia del breakbeat y la energía del rave en un sonido que definió una era y rompió las barreras entre la electrónica y el rock. The Prodigy no solo consolidó su estatus como pioneros de la música electrónica, sino que también rompió barreras al fusionar beats agresivos con la actitud y energía del punk y el rock, creando un sonido intenso, rebelde y completamente adictivo.