La sexualidad es aquello de lo que pocos hablan pero todos hacemos, ¿por qué temerle a decir la palabra sexo o a hablar del tema? La educación sexual no es incitar la promiscuidad, es precisamente brindar el conocimiento suficiente para evitarla. Así también, evitar lo más temido: un embarazo no deseado; o peor, una enfermedad de transmisión sexual.
La educación sexual debería ser obligatoria y también debemos empezar a hablar de ella SIN CENSURA. No dejemos nada a la imaginación, informémonos, disfrutemos y no tengamos vergüenza de preguntar o de hablar sin tabú.