El 15 de enero de 1947 en Leimert Park, california, una citadina de la zona encontraría el cuerpo sin vida de una joven, el cual presentó al mundo la brutalidad de la humanidad por medio de su cuerpo, masacrado, mutilado y dañado, el cual dejó muy poco a la imaginación respecto de la depravación de la que una persona puede ser capaz de cometer.