Todo se cristalizo Rompí los límites, exagerando las pasiones carnales, conseguí traer a Mefisto y a Miguel; para entonar nuevas leyes heterogéneas. Prendí una vela dentro de la oscuridad de mi alma, que fuera capaz de reflejar los sentimientos que esconde; solo conseguí caer en el hueco que esconde un corazón férreo. Me emb orrache en el ombligo del amor para caer y ver las mariposas, que me llevarían hacia tu lunar, ese que se esconde entre tus dedos; solo encontré una carta llena de reproches. Aleje el viento del remordimiento que siempre empuja, corrí hacia la última mira da de los mártires; para encontrar que la vida es un error. Dormí de cabeza en el mar de la desesperación, despojándome hasta la última prenda de lógica colectiva; para lograr escuchar murmurar el consejo del Monte de Sion. Corrí en el lago de los sueños pisando azucenas, cantando acelere el paso logrando ver el futuro; para moldear el destino en arquitecturas babilónicas. Ahora camino por avenidas que me aproximen a lo místico; por callejones que me obliguen a extender mis brazos y soltar lágrimas de escarcha que cristalicen el silencio.