Abmichac
Estacionado.
Taciturno espero sentado.
Rogando que el blues de Robert pacte con mi alma;
mezclando mis pensamientos con símbolos
antiguos caigo en la gloria;
desaparezco cambiando de sitio,
navego en las cloacas de la realidad,
digiero canastos de orquídeas,
estremezco escombros innombrables,
vomito el fuego irreal de la coraza.
Ofuscado me pongo de pie.
Ante la tormenta de la vida
que sacude mi destino nuevamente,
buscando la dirección del camino,
cambiando las imágenes del recuerdo,
divirtiéndose nuevamente conmigo la suerte,
atrapado en la inestabilidad necia de mis actos,
estirando los últimos ligamentos de mi paciencia,
causando una gran zozobra en mis ojos mezquinos.
Ciño mi calzado.
Camino entre la indiferencia de la gente lúgubre, sintiendo el desprecio de los que me conocen y rodean,
vuelo para mis adentros buscando la paz que nos robó la competencia,
desapareciendo para mis verdugos y
reencarnando en mi linaje.