Aprender a sentirme cómoda en mis incomodidades ha sido una llave para crecer. He transformado esos terrenos en los que antes ni siquiera quería asomarme en espacios donde ahora puedo plantar ambos pies, sentir la tierra y respirar profundamente. Hoy avanzo, paso a paso, no para conquistar el mundo, sino para conquistarme a mí misma.