Fr. Jorge Martínez Vizueta, OSA

Evangelio de Marcos 10,46-52

Fr. Jorge Martínez Vizueta, OSA

Evangelio de Marcos 10,35-45

Fr. Jorge Martínez Vizueta, OSA

Evangelio de Marcos 10, 17-30

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Fr. Jorge Martínez Vizueta, OSA

Evangelio de Lucas 9,1-6

Fr. Jorge Martínez Vizueta, OSA

Evangelio de Marcos 10,2-16.

Fr. Jorge Martínez, OSA

Evangelio de Marcos 9, 38-43.45.47-48

Fr. Jorge Martínez, OSA

Del Evangelio de Mateo 9,9-13Hoy celebramos en toda la Iglesia la fiesta de Mateo evangelista, el discípulo que sabía de negocios. Dejó su negocio económico para invertir su tiempo en el mejor negocio de su vida; adquirir la Felicidad siguiendo a Jesús.Jesús le dice a Mateo Sìgueme, pero físicamente, Jesús fue el que siguió a Mateo a su casa. El seguimiento de Jesús no es algo externo, es abrirle nuestro corazón, dejar que él entre a nuestra casa. Era un pecador público, alguien que había traicionado a su patria, trabajaba para el imperio romano. Sin embargo, Jesús no miró su puesto de cobrador, lo miró a los ojos y le dijo sígueme. Jesùs nos mira a cada uno, y sabe que aún hay esperanza en nosotros.Así como el médico va a sanar a los enfermos, Jesús viene a sanar nuestro corazón y perdonar nuestros pecados. Cuando sintamos el llamado de Jesús, no le cerremos la puerta de nuestro corazón. Él quiere cenar con nosotros.

Fr. Jorge Martínez Vizueta, OSA

Evangelio de Lucas 8, 16 -18¿Al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará?Al que tiene se le dará; y al que no tiene se le  quitará incluso lo que cree tener, termina diciéndonos Jesús hoy a través del Evangelio de Lucas. A simple vista esto nos parecería muy injusto e inmisericorde. Sin embargo, debemos tener en cuenta que Jesús no se está refiriendo a cosas materiales, sino a nuestra vida espiritual, nuestras relaciones fraternas. En otras palabras, el amor que entregamos a los que nos rodean. Porque dando se recibe nos dice San Francisco de Asís en una hermosa oración. Porque el que da generosamente, generosamente recibe. Es por eso que Jesús nos dice hoy que al que tiene se le dará; porque al que tiene amor y lo brinda a los demás automáticamente recibe más amor. Pero el que no tiene amor, y por tanto no entrega nada, difícilmente recibirá; más bien le restará a su vida incluso lo que cree tener. Que el Señor nos bendiga: En el nombre del padre, del hijo y del Espíritu Santo, amén. Tolle lege.