Por fin, hemos adquirido ahora un "sistema" de principios. Hemos estudiado acerca de cómo manejar y conducir nuestros instintos primarios de sexualidad y alimentación, y hemos estudiado cómo administrar el habla para que no nos traicione nuestra palabra en el camino de la Toráh.

Una vez que aprendimos los fundamentos del "actuar como judíos", siguiendo el orden de nuestros ancestros al pie del Monte Sinái cuando dijeron "Na'aséh veNishmá" (haremos, y -entonces- oiremos), estamos listos para aprender a creer como judíos. Ahora, que actuamos del modo correcto; y no antes. Porque no es el judaísmo una doctrina abstracta, sino ante todo, una doctrina de acción. Y no es posible acceder a la comprensión de sus fundamentos íntimos, arraigados en la fe, sino desde la acción concreta de Toráh, tal como la hemos esbozado en las charlas anteriores de este ciclo.

Arribando a la plenitud: El Shalóm, paz que es completitud.

Los fundamentos de la fe judía, a través de la lupa que nos brinda Maimónides, leído desde los modos en que aprendimos a pensar en Occidente. La referencia al Creador, y la sutileza de que sea Su nombre lo que bendecimos cuando oramos. Para que aprendamos a creer, y a pensar como judíos.

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