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El accidente ocurrió el 13 de marzo pero, durante casi dos semanas, la empresa estatal no había especificado la magnitud del daño y el resto de la información oficial se contradecía. Ahora, la atención está volcada en atender las consecuencias, pues el crudo contaminó tres ríos, afectó áreas protegidas de manglares, varias playas y llegó hasta el océano Pacífico.
Ecuador vivió uno de los peores derrames de petróleo que ha habido en las últimas décadas. El 13 de marzo, se rompió una de las tuberías del Sistema de Oleoductos Transecuatoriano (SOTE, por sus siglas). El hecho ocurrió en el sector El Vergel, ubicado en el cantón Quinindé de la provincia de Esmeraldas, norte de Ecuador.
El petróleo alcanzó los ríos y llegó hasta el océano Pacífico, y el daño fue tal que el 15 de marzo el Gobierno Nacional declaró emergencia ambiental en la provincia costera. Pero a pesar de la urgencia, la información oficial fue contradictoria en cuanto a las causas y a la magnitud del derrame. Inicialmente, la ministra de Energía, Inés Manzano, dijo que la tubería se rompió por un acto de sabotaje. Una declaración que negó la empresa pública Petroecuador, que administra el oleoducto. Según ellos, la causa fue un deslizamiento de tierra.
De otro lado, la ministra de Energía habló de 3.800 barriles derramados. Luego, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos apuntó a que serían 25.116 y fue esa cifra la que Petroecuador terminó por confirmar el 25 de marzo, casi dos semanas después del accidente.
France 24 solicitó una entrevista con la compañía petrolera y nos contactaron con Pablo Pérez, su jefe de Seguridad, Salud y Ambiente; con la aclaración de que él hablaría exclusivamente de las acciones que han hecho para contener el derrame. “El plan de contingencias ha sido la colocación de diques, barreras de contención y barreras absorbentes. También en el área marítima hemos desplegado tanques para contener el petróleo y tenemos diferentes puntos de control desde el punto cero a través de los diferentes ríos que para contener secuencialmente”, señaló.
Pero la ONG Acción Ecológica denuncia que la compañía no actuó con rapidez y que la mejor prueba de ella es la magnitud de las consecuencias. El petróleo contaminó la fuente de agua que abastece a más de 500.000 personas en Ecuador. El crudo primero llegó hasta el estero Caple. Luego, alcanzó el río homónimo y se expandió por el río Viche y el río Esmeraldas. Este último desemboca en el Pacífico, por lo que el océano también quedó contaminado.
De hecho, el Gobierno ordenó el cierre de tres playas: Las Palmas, Las Piedras y Camarones, ubicadas en el cantón Esmeraldas. Adicionalmente, están limpiando otras cuatro, incluida la turística Tonsupa. También hay trabajos conjuntos entre Petroecuador y la colombiana Ecopetrol para monitorear si la mancha negra llega al país vecino.
“Lamentablemente, lo que se ha visto en el caso del derrame de Esmeraldas es que las medidas de contención no fueron oportunas, que se tardaron mucho y que por eso es que tenemos la consecuencia de que llegó hasta el mar el derrame. Esto se nota porque el derrame llegó hasta el mar y tenemos algunas personas del lugar que afirman que al día siguiente del accidente, a las 7 a.m., el petróleo todavía no llegaba al río Viche. O sea, lo pudieron haber contenido ahí, pero parece que no hubo las acciones necesarias”, le explicó a France 24 Alexandra Almeida, vocera de Acción Ecológica.
La compañía desmiente esta versión, pues afirman que actuaron en cuestión de minutos. “Desplegamos los equipos inmediatamente”, señaló Pablo Pérez y agregó que la rápida expansión del petróleo tuvo que ver con que el accidente ocurrió en una ladera y con el hecho de que la gran cantidad de lluvia que ha habido en la zona hizo crecer los caudales de los ríos.
El petróleo contaminó parte de un área protegida de manglares en el norte de EcuadorOtra de las consecuencias es que el crudo llegó hasta el área protegida del Refugio de Vida Silvestre Manglares Estuario Río Esmeraldas, como lo confirmó el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica.
El 23 de marzo, el Ministerio declaró la emergencia en el refugio, porque para ellos derrame no solo significa una crisis ambiental, “sino también social y económica; con afectaciones a ecosistemas clave como los manglares, fundamentales para la biodiversidad y la protección costera”.
El Ministerio aclaró que dentro del área protegida solo había dos barreras de contención y pidió más. Adicionalmente, habló de la necesidad de “acciones urgentes de prevención” para evitar que el derrame llegue a otras áreas protegidas como la Reserva Ecológica Manglares Cayapas Mataje, Galeras San Francisco y el Refugio de Vida Silvestre Estuario Río Muisne. Al respecto Pablo Pérez, de Petroecuador, indicó que más barreras “podrían ser contraproducentes” por estar en un ambiente frágil.
Los verdaderos impactos que ha sufrido la fauna y la flora solo se conocerán cuando Petroecuador y las autoridades ambientales terminen la valoración biótica que están realizando.
El accidente petrolero de 2025 es uno de los más graves en la historia de EcuadorMientras se conocen los datos oficiales de los impactos, lo que sí es seguro es que solo midiendo por la cantidad de barriles derramados, este accidente de El Vergel se puede considerar como uno de los más delicados que ha habido en las últimas décadas.
Para calcular, con los más de 25.000 barriles derramados, el accidente petrolero de Esmeraldas supera hechos históricos que pasaron en 2009, 2013 y 2020, todos por debajo de los 16.000 barriles de petróleo vertidos. Y fue superado casi tan solo por el accidente que hubo en 1987, cuando un terremoto rompió el oleoducto y se derramaron más de 57.000 barriles. A todo esto se suma que entre 2012 y 2021, hubo más de 1.200 derrames petroleros en todo el país, según las cifras que el Ministerio de Ambiente compartió con el medio Ecuavisa. Y solo en el oleoducto SOTE, se han registrado 77 roturas desde que se construyó, hace 52 años.
Si el cálculo se compara con otros accidentes de la región, lo que ocurrió en Esmeraldas tiene más del doble del petróleo que se derramó en Perú en 2022, cuando la compañía Repsol derramó 11.900 barriles al mar en uno de los peores desastres ambientales de ese país. Rony Parra lo estudió. Él es docente y director del Instituto de Investigaciones Hidrocarburíferas de la Universidad Central de Ecuador. Explica que viajaron a Perú en octubre de 2024 y todavía seguían combatiendo las consecuencias del derrame petrolero y sus afectaciones al agua. “Eso dura varios años y, en el caso de Ecuador, dependerá de qué tan grande haya sido el impacto”, concluye.
En otras palabras, las consecuencias del derrame de petróleo en la provincia de Esmeraldas apenas comienzan. Y sus secuelas se verán totalmente con el pasar del tiempo.
El accidente ocurrió el 13 de marzo pero, durante casi dos semanas, la empresa estatal no había especificado la magnitud del daño y el resto de la información oficial se contradecía. Ahora, la atención está volcada en atender las consecuencias, pues el crudo contaminó tres ríos, afectó áreas protegidas de manglares, varias playas y llegó hasta el océano Pacífico.
Ecuador vivió uno de los peores derrames de petróleo que ha habido en las últimas décadas. El 13 de marzo, se rompió una de las tuberías del Sistema de Oleoductos Transecuatoriano (SOTE, por sus siglas). El hecho ocurrió en el sector El Vergel, ubicado en el cantón Quinindé de la provincia de Esmeraldas, norte de Ecuador.
El petróleo alcanzó los ríos y llegó hasta el océano Pacífico, y el daño fue tal que el 15 de marzo el Gobierno Nacional declaró emergencia ambiental en la provincia costera. Pero a pesar de la urgencia, la información oficial fue contradictoria en cuanto a las causas y a la magnitud del derrame. Inicialmente, la ministra de Energía, Inés Manzano, dijo que la tubería se rompió por un acto de sabotaje. Una declaración que negó la empresa pública Petroecuador, que administra el oleoducto. Según ellos, la causa fue un deslizamiento de tierra.
De otro lado, la ministra de Energía habló de 3.800 barriles derramados. Luego, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos apuntó a que serían 25.116 y fue esa cifra la que Petroecuador terminó por confirmar el 25 de marzo, casi dos semanas después del accidente.
France 24 solicitó una entrevista con la compañía petrolera y nos contactaron con Pablo Pérez, su jefe de Seguridad, Salud y Ambiente; con la aclaración de que él hablaría exclusivamente de las acciones que han hecho para contener el derrame. “El plan de contingencias ha sido la colocación de diques, barreras de contención y barreras absorbentes. También en el área marítima hemos desplegado tanques para contener el petróleo y tenemos diferentes puntos de control desde el punto cero a través de los diferentes ríos que para contener secuencialmente”, señaló.
Pero la ONG Acción Ecológica denuncia que la compañía no actuó con rapidez y que la mejor prueba de ella es la magnitud de las consecuencias. El petróleo contaminó la fuente de agua que abastece a más de 500.000 personas en Ecuador. El crudo primero llegó hasta el estero Caple. Luego, alcanzó el río homónimo y se expandió por el río Viche y el río Esmeraldas. Este último desemboca en el Pacífico, por lo que el océano también quedó contaminado.
De hecho, el Gobierno ordenó el cierre de tres playas: Las Palmas, Las Piedras y Camarones, ubicadas en el cantón Esmeraldas. Adicionalmente, están limpiando otras cuatro, incluida la turística Tonsupa. También hay trabajos conjuntos entre Petroecuador y la colombiana Ecopetrol para monitorear si la mancha negra llega al país vecino.
“Lamentablemente, lo que se ha visto en el caso del derrame de Esmeraldas es que las medidas de contención no fueron oportunas, que se tardaron mucho y que por eso es que tenemos la consecuencia de que llegó hasta el mar el derrame. Esto se nota porque el derrame llegó hasta el mar y tenemos algunas personas del lugar que afirman que al día siguiente del accidente, a las 7 a.m., el petróleo todavía no llegaba al río Viche. O sea, lo pudieron haber contenido ahí, pero parece que no hubo las acciones necesarias”, le explicó a France 24 Alexandra Almeida, vocera de Acción Ecológica.
La compañía desmiente esta versión, pues afirman que actuaron en cuestión de minutos. “Desplegamos los equipos inmediatamente”, señaló Pablo Pérez y agregó que la rápida expansión del petróleo tuvo que ver con que el accidente ocurrió en una ladera y con el hecho de que la gran cantidad de lluvia que ha habido en la zona hizo crecer los caudales de los ríos.
El petróleo contaminó parte de un área protegida de manglares en el norte de EcuadorOtra de las consecuencias es que el crudo llegó hasta el área protegida del Refugio de Vida Silvestre Manglares Estuario Río Esmeraldas, como lo confirmó el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica.
El 23 de marzo, el Ministerio declaró la emergencia en el refugio, porque para ellos derrame no solo significa una crisis ambiental, “sino también social y económica; con afectaciones a ecosistemas clave como los manglares, fundamentales para la biodiversidad y la protección costera”.
El Ministerio aclaró que dentro del área protegida solo había dos barreras de contención y pidió más. Adicionalmente, habló de la necesidad de “acciones urgentes de prevención” para evitar que el derrame llegue a otras áreas protegidas como la Reserva Ecológica Manglares Cayapas Mataje, Galeras San Francisco y el Refugio de Vida Silvestre Estuario Río Muisne. Al respecto Pablo Pérez, de Petroecuador, indicó que más barreras “podrían ser contraproducentes” por estar en un ambiente frágil.
Los verdaderos impactos que ha sufrido la fauna y la flora solo se conocerán cuando Petroecuador y las autoridades ambientales terminen la valoración biótica que están realizando.
El accidente petrolero de 2025 es uno de los más graves en la historia de EcuadorMientras se conocen los datos oficiales de los impactos, lo que sí es seguro es que solo midiendo por la cantidad de barriles derramados, este accidente de El Vergel se puede considerar como uno de los más delicados que ha habido en las últimas décadas.
Para calcular, con los más de 25.000 barriles derramados, el accidente petrolero de Esmeraldas supera hechos históricos que pasaron en 2009, 2013 y 2020, todos por debajo de los 16.000 barriles de petróleo vertidos. Y fue superado casi tan solo por el accidente que hubo en 1987, cuando un terremoto rompió el oleoducto y se derramaron más de 57.000 barriles. A todo esto se suma que entre 2012 y 2021, hubo más de 1.200 derrames petroleros en todo el país, según las cifras que el Ministerio de Ambiente compartió con el medio Ecuavisa. Y solo en el oleoducto SOTE, se han registrado 77 roturas desde que se construyó, hace 52 años.
Si el cálculo se compara con otros accidentes de la región, lo que ocurrió en Esmeraldas tiene más del doble del petróleo que se derramó en Perú en 2022, cuando la compañía Repsol derramó 11.900 barriles al mar en uno de los peores desastres ambientales de ese país. Rony Parra lo estudió. Él es docente y director del Instituto de Investigaciones Hidrocarburíferas de la Universidad Central de Ecuador. Explica que viajaron a Perú en octubre de 2024 y todavía seguían combatiendo las consecuencias del derrame petrolero y sus afectaciones al agua. “Eso dura varios años y, en el caso de Ecuador, dependerá de qué tan grande haya sido el impacto”, concluye.
En otras palabras, las consecuencias del derrame de petróleo en la provincia de Esmeraldas apenas comienzan. Y sus secuelas se verán totalmente con el pasar del tiempo.