Nadie esperaba una derecha radical en España. Sin embargo, una crisis política dio la oportunidad a un partido irrelevante de manipularla a su favor. Y a la vez, una excusa para levantar la bandera del odio.
Nadie esperaba una derecha radical en España. Sin embargo, una crisis política dio la oportunidad a un partido irrelevante de manipularla a su favor. Y a la vez, una excusa para levantar la bandera del odio.