El libro de Hechos registra la fundación, el inicio y la obra de la Iglesia al obedecer la Gran Comisión. El Consolador prometido -el Espíritu Santo- llegó para vivir en los creyentes, con señales que nunca han sido igualadas. Lucas muestra el Propósito de la Iglesia, la Promesa y el Poder dados a la Iglesia y el Desempeño resultante de la Predicación de Pedro. Hechos no tiene terminación, así que, en cierto sentido, ¡cada creyente forma parte del último capítulo hoy!

Jesús compartió verdades profundas con Sus discípulos la noche antes de su crucifixión, en lo que se conoce como el “discurso del aposento alto”. Jesús, su Señor y Maestro, lavó los pies de sus discípulos y les dio un nuevo mandamiento: amarse unos a otros. Se comparó a sí mismo con una vid y a Sus discípulos con las ramas, ramas que dan fruto porque la vida está en la Vid. Jesús oró para que Su Iglesia viviera en unidad con Él y unos con otros, para que conocieran y demostraran Su amor.

Luego de dar vista a un ciego Jesús predicó que Él era la Luz del mundo. Muchos de los líderes religiosos se dieron cuenta de que los estaba acusando de rechazarlo. Jesús dijo: “Yo soy el buen pastor” y, como el Buen Pastor, protege a sus ovejas. Uno de los milagros más dramáticos de Jesús ocurrió cuando resucitó a Lázaro. Los que creen en Jesús lo reconocen como la Luz del mundo, el Buen Pastor y la Resurrección y la Vida.

Luego de sanar al cojo en el estanque de Betesda, Jesús les dijo a los líderes religiosos que tenían suficiente evidencia para reconocerlo como el Mesías prometido. Dijo que Moisés, Juan el Bautista, la voz de Dios desde del cielo y las Escrituras daban apoyo a Sus afirmaciones. Jesús alimentó a más de 5000 personas y dijo ser el Pan de Vida. Jesús enseñó que quienes acudieran a Él dispuestos a hacer lo que Él dice, sabrían que Su enseñanza viene de Dios.

Jesús se encontró con una mujer samaritana junto a un pozo y le ofreció el agua viva que saciaría su sed para siempre. Ella aceptó Su oferta y se convirtió en una fuente de agua viva. En otras palabras, nació de nuevo y mostró a los demás cómo recibir vida eterna en Jesucristo. Jesús hizo afirmaciones osadas: dijo que Él era el Hijo de Dios y que las Escrituras dan testimonio de Él. Sus palabras pusieron a la gente ante una elección: rechazarlo o aceptarlo.

El primer milagro registrado de Jesús fue convertir el agua en vino, simbolizando lo que ocurre cuando creemos en Él: Él toma lo común y nos transforma milagrosamente -un nuevo nacimiento. Muchos creyeron cuando Jesús realizó milagros, pero no lo siguieron. En Juan 3, Nicodemo viene a ver a Jesús de noche para hacerle preguntas. Jesús le dice a este maestro que la única forma de ver el reino de Dios es naciendo de nuevo. Jesús dejó bien en claro que Él era el Hijo de Dios y la única solución.

El Evangelio de Juan es único en muchos aspectos: sus propósitos, su estilo literario y su contenido son diferentes de los de los demás Evangelios. El Evangelio de Juan está dirigido específicamente a las personas que no creen, para traerlas a la fe. Juan contesta preguntas básicas en cada capítulo: quién es Jesús, qué es la fe y qué es la vida. También registra muchas señales o milagros que alientan y fortalecen la fe, y demuestran que Jesús es el Hijo de Dios.

Jesús contó una parábola que habla del arrepentimiento y la negativa a arrepentirse. La parábola habla de un fariseo y un publicano (un recaudador de impuestos) que oraban en el templo. El fariseo estaba concentrado solo en sí mismo, mientras el publicano se humilló y suplicó por la misericordia de Dios. Jesús se encontró con un recaudador de impuestos arrepentido, llamado Zaqueo, que demostró cómo es el arrepentimiento real. Él cambió su forma de vivir y prometió hacer devolución a quienes había defraudado. Solo el pecador que se arrepiente es perdonado.

Muchas de las parábolas de Jesús nos dicen cómo encarar y responder a Su enseñanza. Jesús usaba metáforas de la vida común y cotidiana que Sus oyentes entenderían. Sin embargo, la mayoría de los líderes religiosos rechazaron Su enseñanza y se opusieron a Su obra. Con metáforas e ilustraciones, como vino nuevo en odres nuevos o nueva tela para arreglar prendas de vestir, Jesús nos muestra cómo escuchar y obedecer Su Palabra. La enseñanza de Jesús busca transformar nuestras mentes, nuestras vidas y nuestros valores.

Cuando Dios se cruzó con la historia humana y se convirtió en hombre, invitó a ciertas personas a participar en el milagro: Zacarías y su esposa Elisabet, una joven llamada María y pastores que fueron a ver al Rey que había nacido. El milagro de la Navidad es que Dios se hizo hombre para poder traer salvación a la humanidad. El Antiguo y el Nuevo Testamento cuentan el milagro de la Segunda Venida de Jesucristo: la esperanza bendita de la Iglesia y la única esperanza del mundo.