Desde la 20a semana de gestación, descubrimos el útero a partir del tacto. Al nacer, los diferentes estímulos que recibimos nos ayudan a conocer nuestro cuerpo y el mundo que nos rodea. Más tarde, la capacidad de sentir se convierte en un elemento esencial para el desarrollo de nuestra inteligencia. Ivette y Jiména nos hablarán del sentir: esa combinación de emociones y sensaciones que son nuestra huella personal ante los demás.