Cuando estalló la Primera Guerra Mundial en agosto de 1914, Suiza declaró la movilización general de sus fuerzas armadas. Para ello fue necesario que la Asamblea Federal Unida nombrara un comandante supremo (CS). Había dos candidatos: el teniente general Theophil Sprecher von Bernegg y el teniente general Ulrich Wille. El Parlamento apoyó a Sprecher von Bernegg, mientras que Wille fue la elección del Consejo Federal. Y había una buena razón para ello: el gobierno nacional quería un general que pudiera preparar a las fuerzas armadas conscriptas para la guerra en pocas semanas mediante entrenamiento e instrucción. También deseaba establecer un posible canal directo con el Káiser alemán, con el Jefe del Estado Mayor alemán Moltke y con los generales alemanes. El Consejo Federal veía a Ulrich Wille como el hombre que podía hacer todas esas cosas.
Sprecher von Bernegg era un meticuloso oficial de Estado Mayor, mientras que Wille era un estricto disciplinario militar sin formación ni experiencia en Estado Mayor. Como el parlamento prefería a Sprecher von Bernegg, parecía que sólo habría un ganador. Pero no resultó así