El autodominio además de ser un fruto del espíritu, es también una característica de los líderes, de acuerdo a la Palabra de Dios.
Además, es también un hábito, y como todo hábito, se practica día a día hasta llegar a dominarlo e interiorizarlo a tal punto que no nos COSTARÁ trabajo hacer lo que sabemos que TENEMOS QUE HACER si es que queremos ver materializados nuestros objetivos.