Comenzar a caminar con Jesús es el inicio de conocerlo, mantenerse en el camino es el desafío fundamental que nos permitirá conocerlo más y profundizar nuestra relación con él.
Jesús se describió así mismo como el camino angosto, la única manera de permanecer en él es guardando su palabra en nuestro corazón y aplicándola en nuestro diario vivir, tendremos la evidencia que estamos en el camino, por la manifestación plena del amor de Dios en nosotros.