Aquí se nos propone abrirnos a la idea de que toda enfermedad es sólo un error a corregir en la mente en lugar del cuerpo. Una vez utilicemos el cuerpo sólo para comunicar amor, se mantendra sano....mientras sea útil.

Conversamos con Adriana Pou sobre como ver la actual situación del del virus covid 19 a través de las enseñanzas de Un Curso de Milagros. Pueden ver el video de la grabación en el canal de YouTube o el Page de Fcaebook

El Curso nos invita a realizar que todo lo del mundo es como un juego, sueño o realidad vitual donde podemos re-conocernos como lo que en Realidad somos: el Eterno Hij@ de Dios.

Jesús nos invita a hacer hincapié en preparar y mantener el altar de nuestras mente siempre en Dios para así evitar confundirnos con el templo o cualquier otra estructura externa como nuestro cuerpo.

Conversamos sobre la visión de dar y recibir en contexto económico y comparándolo con el Curso de Milagros. Hacemos referencia al dinero, la parábola de los panes-peces y etimología asociada al tema.

Jesús nos invita a aceptar la Expiación como única defensa para así protegernos de la mentiras de los pensamientos separatistas y así, regresar a la Verdad.

Leyendo el texto apócrifo de Alan que nos invita a profundizar en algunos conceptos base del Curso. De esta forma perdonamos las faltas de amor de este mundo riéndonos de su irrealidad.

Jesús nos recuerda el verdadero uso de nuestro poder creativo: deshacer lo que hemos proyectado en el mundo. Nos habla del origen de la falsa creencia de la separación citando la historia de Adán de la Biblia. Termina invitándonos a dejar de enfermarnos buscando afuera, la paz interior que nos mantiene en Salud mientras sigamos pensado que estemos aquí...en este mundo.

Asociando a Un Curso de Milagros con las festividades de final de Octubre y principio de Noviembre. Santidad VS pecado. Muerte VS Verdad.

Jesús nos invita a evitar confundir fantasias corporales (como los deseos sexuales) con el impulso de unir nuestros pensamiento con los de nuestros hermanos para recordar a Dios. Al igual que a jamás confundir la reverencia a nuestro Creador con el famoso, pero falso: "Temor de Dios".