#UCDMleccion70 #UCDMSFlección70
#UCDM #UCDMconSandraFlorez
“Mi Salvación proviene de mi”
Somos nosotros quienes nos hemos sujetado a la esclavitud,
a la condena, ha sido nuestra decisión, pues solo procede de nosotros el ser dueños de nuestros pensamientos el liberarnos y regresar a La Paz, porque nada de lo que somos depende de algo externo.
Somos felices, estamos en paz, abundantes? Preguntémoslo y dejemos que las justificaciones aparezcan para identificar como hemos forjado tales ideas. La salud nace en nuestra menta así como la enfermedad, la tristeza como la alegría, La Luz como la obscuridad y a que le creemos, en que hemos puesto la fe? Nada fuera de nosotros nos puede hacer daño.
Somos libres, solo lo hemos olvidado, cada pensamiento es una elección, nada nos puede impedir el que lo recordemos, solo en nosotros esta ese poder, tan fuerte es que nos puede llegar a asustar y para eso solo debemos recordar que tenemos un compañero de viaje que decidió tener clara la verdad,
Jesús camina con nosotros y nos recuerda, “la verdad os hará libres, Yo soy la verdad, así que camino contigo, te acompaño, porque Soy la Libertad en sí, que reside dentro de ti, solo elígeme y percibirás mi apoyo”
Práctica:
Continuamos con dos prácticas largas durante el día, de 15 minutos cada una o 10 minutos, tu eliges, práctica en el mismo horario que vienes haciéndolo, comenzando con la idea de hoy: “3Mi salvación procede de mí” añadiendo una frase que manifieste la aceptación de este enunciado, como por ejemplo: “No puede proceder de ninguna otra parte.”
Luego entra en el silencio y busca las veces que has acudido a tus propios planes de salvación, lo que has creído que te ha podido hacer sentir libre, feliz, en paz, tus caminos pueden ser cosas, comportamientos, personas, posesiones, títulos, para luego comprender y aceptar que en nada de esto la hallarás y aquí pensarás: “Mi salvación no puede proceder de ninguna de esas cosas.
Mi salvación procede de mí, y sólo de mí.”
Observa en tu mente la nube de la ilusión y ve a través de ella para encontrarte con La Luz, observa cómo está Jesús, el Espíritu Santo, tu guía, acompañándote a entrar encendiendo la Luz de tu mente para ver la verdad que te abrirá las puertas hacia la libertad y al entrar encontrarás la presencia De Dios en ti.
Del mismo modo hazlo en la noche.
En las prácticas más cortas, cada vez que tengas oportunidad , recuerda que en ti esta tanto la salida como la entrada de tus desatinos y piensa constantemente en esto: “Mi salvación procede de mí.
No hay nada externo a mí que me pueda detener.En mí se encuentra la salvación del mundo y la mía propia.”