¡Ya no puedo más! ¡Ya no quiero más! Ya no más una conversación en
este encierro.
Estas conversaciones no nos llevan a más. ¿Cuál es tu insistencia de una
conversación más? No me va a hacer cambiar de opinión y no va a cambiar
cómo me siento.
Es lo que pasa siempre, tú crees que tus palabras van a borrar todas tus
acciones y tú falta de acción. Por más que justifiques, ruegues o prometas
siempre es más de lo mismo.
Este encierro lo puso todo bajo un microscopio, los dos hemos tenido
tiempo de observar con cuidado toda nuestra historia y nuestro presente.
Aunque los dos lo hemos visto todo con detenimiento hemos llegado a dos
conclusiones diferentes.
Antes del encierro yo creía que lo único que nos faltaba era realmente
sentarnos a conversar, creía que si lograba comunicarme correctamente
contigo todo sería como yo creía que podía o debería ser. Ahora me queda
claro que por más que conversemos no cambiamos nada. Lo que tú llamas
conversaciones son monólogos de promesas o justificaciones vacías que
despiertan quejas y reclamos de mi parte, historias de expectativas nunca
satisfechas. Tú me dices lo que yo quiero escuchar, dices entender lo que
te digo, pero mis palabras te entran por un oído y salen por el otro.
Deja de perder mi tiempo y tu tiempo, este encierro me ha liberado de
buscar o anhelar una conversación más. No me preguntes una vez más
qué es lo que hiciste mal, no sabes escuchar ni te interesa mi respuesta.
Todo termina siempre siendo mi culpa o de alguien mas. Es hora de actuar
cada uno por su lado. Vidas separadas, aunque estemos confinados juntos
por el momento.