adecuado y cercano acompañamiento de la familia, mutila y empobrece a la misma familia. Además, termina privando a los jóvenes de ese necesario contacto con sus raíces y con una sabiduría que la juventud por sí sola no puede alcanzar.

Cada vez son más los jóvenes que crecen sin la figura paterna, podríamos decir que vivimos en una generación huérfana de Padre. Esta carencia ha sido tomada como ventaja por algunos lideres que sienten que la salud de la humanidad esta en sus manos, crean un problema y ellos mismos venden la solución. Un ejemplo claro es el lobby gay que promueve la homosexualidad como si se tratara de un derecho humano y promueven abiertamente el aborto, tremenda contradicción.

Estos lobbys pintan la homosexualidad con una bandera de arcoíris y avientan a los jóvenes por delante. Este estilo de vida es presentado de manera atractiva por la pornografía, se promueven las relaciones sexogenitales entre personas del mismo sexo para después rematarlos con una infección del virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH) que los llevara a consumir medicamentos retro antivirales de por vida para seguir ensanchando la fila de los consumidores de los medicamentos de la industria farmacéutica.

Dice el libro del Deuteronomio "Maldito el que pervirtiere el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén" (Dt.27, 19). Esta generación es una generación perversa y malvada, hemos sido testigos de medios de comunicación y periodistas que se han prostituido a cambio de dinero, diariamente han manipulado la