Una película de

¿Quién no ha hecho locuras en nombre del caprichoso amor? El protagonista de esta anécdota-película, interpretado por Martín Piroyansky, fue uno de ellos. Para afianzar los vínculos con su Barbi, se aventuró en un viaje con destino a Campana, pretendiendo rockear la velada al ritmo de Cadena Perpetua. Pero claro que este viaje fue más bien una odisea. Entre cruces con borrachos liderados por Daniel Aráoz, trenes al límite del tiempo y puentes de la muerte, le asignamos a esta anécdota el director de joligú que realmente merece.

Una película que habla sobre el faso. Para qué adornarla. Reunimos pequeñas historias y ensamblamos un largometraje a todo vapor: el fumón de James Franco representa a Ricky O., un joven que, a lo largo de sus desafortunados paseos, sufre más de una lesión, tiene alguna que otra conversación confusa, y se enfrenta con la desvergonzada autoridad. Quizás colgamos un rato entre escenas, pero logramos asignarle a esta anécdota el director de joligú que realmente merece.

A pedido de Andrés, aficionado al terror japonés, Germán narró una historia verídica y escalofriante. Situaciones desafortunadas, manchas misteriosas, sonidos aterradores… condimentos ideales para un relato de ultratumba, protagonizado por nuestro héroe (?) favorito (?) Nicolas Cage, que seguramente sería un exitazo de taquilla. Nos arriesgamos a creer o reventar, mientras le asignamos a esta anécdota el director de jóligu que realmente merece.

Ir a la cancha: toda una aventura. Germán nos trajo una historia del ambiente futbolístico que retrata el primer partido bajo la dirección de Diego Armando. Salieron desde el arranque actores tales como Gael García Bernal y Elijah Wood, sumados a una hinchada tragicómica del talle de Santiago Segura, para enfrentar este desafío deportivo. Ya sea intentando conseguir entradas o ubicarse en el estadio, nosotros no nos olvidamos, por supuesto, de asignarle a esta anécdota el director de jóligu que realmente merece.

Nos sumergimos en la odisea de un borrachín perdido en un recital multitudinario. Germán transformó esta historia en película y puso a Jake Gyllenhaal en el papel principal. No fue difícil imaginarlo preguntándose si estaba oscureciendo o amaneciendo, si recién salió del baño químico o todavía no hizo la fila, si sus amigos habían prometido encontrarse en esta torre de sonido o en aquella. Nos mareamos entre planos torcidos de Terry Gilliam pero logramos asignarle a esta anécdota el director de jóligu que realmente merece.

¡Toma dos! Germán narró un triángulo amoroso entre tres jovenzuelos convivientes en una residencia. A tono con la juventud estilo estadojunido, trasladamos el escenario a un campus universitario, rodeamos a los protagonistas de fiestas con vasos rojos de plástico, y elegimos a los actores que mejor podrían representarlos. ¿Qué sucederá entre «Mikey», «Jennifer», y «Susan»? Hinchamos porque Mikey llegue a tercera base y le asignamos a esta anécdota el director de jóligu que realmente merece.

En el episodio inaugural de Una Película De, presentamos una historia protagonizada por dos hermanos, donde el mayor de ellos asume la responsabilidad de cuidar al pequeño durante una fiesta. No obstante, el final del festejo se extiende más de la cuenta, provocando que la situación pase de ser pura carcajada a algo sumamente difícil de remontar. Nuestro narrador Germán Mengucci le asigna a esta anécdota el director y los actores de jóligu que realmente merece.