La compasión no es una virtud que se enseñe en las universidades. Sin embargo, tiene un poder que no podemos imaginar.
Fue la compasión la que llevó al Hijo de Dios a venir a este mundo. Y su compasión no fue espontánea o solo emocional, la compasión de Jesús fue profética (planeada). Él fue a la raíz del sufrimiento y la extirpó.
Y Jesús vino a una sociedad que carecía de compasión, por eso Jesús quiso mostrar y remover las conciencias de los hombres y manifestar la ceguera de los líderes religiosos.
Y por eso Jesús desafió a sus discípulos a ser compasivos como Él, en un mundo donde los hombres velan por los intereses de unos pocos, la compasión por el contrario, va a revolucionar a la sociedad.