Relato leído por el autor RECUERDOS SOBRE JORGE LUIS BORGES “Sólo una cosa no hay. Es el olvido”. Everness – J. L. Borges En 1975, yo trabajaba de cadete en una fábrica de camisas en el barrio de Villa Crespo. El año anterior había egresado del Colegio Nacional “Almafuerte”, situado en la entonces pueblerina localidad de Alejandro Korn, en el sur de la Provincia de Buenos Aires. Allí, a la profesora de castellano que tuve en el segundo ciclo la tratábamos, respetuosamente, llamándola ‘señora de Dubor’. Un día comenzó a hablar sobre el escritor Jorge Luis Borges. Nos dijo que era una de las personas más ilustradas de Argentina y del mundo, que fue director de la Biblioteca Nacional, que había escrito y publicado varios libros de poemas, cuentos, ensayos y otros más en colaboración, y que era un genio al que su propio país no valoraba con justicia. Por ese tiempo, yo escribía algunos poemas y me sentía orgulloso de mi facilidad para componerlos. La voz apasionada de la ‘señora de Dubor’ llenando el aula con el talento de ese escritor inmenso llamado Borges, me enrostró sin saberlo toda mi pequeñez y la inmensidad de conocimientos que me faltaban, si aspiraba a ser como él. Más tarde comprendí que muchos de los dones de los que los hombres gozan o carecen, son obra del destino. No lo digo en el sentido de un encadenamiento de sucesos predeterminados e insalvables en el que no creo. Me refiero a esa innegable influencia del entorno inmediato y del lejano, sobre lo que resultará nuestro futuro. Él y yo, pertenecíamos a mundos distintos, como los de un príncipe y un mendigo, reflejando claramente vivencias disímiles, a veces abrumadoramente opuestas.........