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8 de diciembre –
UNA VOZ QUE PREPARA EL CAMINO
Mateo 3:3 (RVC)
«Este es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: “Voz del que clama en el desierto: Preparen el camino del Señor; enderecen sus sendas.”»
Imagínate que un presidente va a visitar tu ciudad. Días antes, las calles se limpian, los semáforos se revisan, la seguridad se organiza. Todo debe estar en orden. No porque el presidente lo necesite, sino como muestra de respeto.
Así también, Juan el Bautista fue enviado a preparar el camino,no para un rey humano, sino para el Rey celestial. Su misión era clara: llamar a las personas al arrepentimiento, para que sus corazones estuvieran listos para recibir a Jesús.
Dios sigue usando su Palabra hoy para preparar el camino. Nos llama a dejar lo torcido, lo oculto, lo que impide que Cristo reine plenamente en nuestro corazón. Nos llama a confesar, a soltar, a confiar.
Y lo hermoso es que no preparamos el camino solos.Jesús mismo, con su perdón y poder, allana lo difícil, limpia lo sucio, y nos hace aptos para recibirlo.
Tu corazón es más importante que cualquier calle, y Jesús viene a habitar en él. ¿Estás dejando que su voz te prepare?
Oración:
Señor, habla a mi corazón. Endereza mis caminos. Limpia mi vida para que estés en el centro. Prepara en mí un lugar para ti. Amén.
By Academia Cristo
8 de diciembre –
UNA VOZ QUE PREPARA EL CAMINO
Mateo 3:3 (RVC)
«Este es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: “Voz del que clama en el desierto: Preparen el camino del Señor; enderecen sus sendas.”»
Imagínate que un presidente va a visitar tu ciudad. Días antes, las calles se limpian, los semáforos se revisan, la seguridad se organiza. Todo debe estar en orden. No porque el presidente lo necesite, sino como muestra de respeto.
Así también, Juan el Bautista fue enviado a preparar el camino,no para un rey humano, sino para el Rey celestial. Su misión era clara: llamar a las personas al arrepentimiento, para que sus corazones estuvieran listos para recibir a Jesús.
Dios sigue usando su Palabra hoy para preparar el camino. Nos llama a dejar lo torcido, lo oculto, lo que impide que Cristo reine plenamente en nuestro corazón. Nos llama a confesar, a soltar, a confiar.
Y lo hermoso es que no preparamos el camino solos.Jesús mismo, con su perdón y poder, allana lo difícil, limpia lo sucio, y nos hace aptos para recibirlo.
Tu corazón es más importante que cualquier calle, y Jesús viene a habitar en él. ¿Estás dejando que su voz te prepare?
Oración:
Señor, habla a mi corazón. Endereza mis caminos. Limpia mi vida para que estés en el centro. Prepara en mí un lugar para ti. Amén.