¡Muy feliz IV Domingo de Pascua! Ya son 4 semanas desde Pascua, pero la alegría de tener a Jesús resucitado no disminuye con el tiempo, sino que es una alegría siempre nueva ya que Él es siempre nuevo. Hoy es el domingo del buen pastor. Jesús es el buen pastor y lo mejor de este pastor es que conoce a cada una de sus ovejas y aun conociéndonos nos ama a cada una.

Muy feliz III Domingo de Pascua. Jesús con su resurrección, lo primero a lo que nos invita es a tener paz. Ese es su mensaje de resurrección: tengan paz. “La paz esté con ustedes”.

¡Feliz Domingo de la divina misericordia! Hoy, en este segundo domingo de Pascua, celebramos la fidelidad del amor de Dios para con nosotros, y esa fidelidad es la misericordia.

¡Muy feliz pascua de resurrección a cada uno! Jesús vive, ha resucitado, ha vencido a la muerte y con ello nos ha dado a nosotros nueva esperanza.

Llegamos así al sexto domingo de Cuaresma, llamado también Domingo de Ramos o Domingo de la Pasión. Buen inicio de la semana Santa. La semana más solemne y central de nuestra fe. Hoy y en la semana conmemoramos los acontecimientos que propiciaron nuestra redención y salvación. En esta semana no estamos llamados a mirar los eventos solo como testigos, sino como co-protagonistas. Lo que conmemoramos y revivimos durante esta semana no es sólo la muerte y resurrección de Jesús, sino nuestra propia muerte y resurrección en Jesús.

La liturgia se va intensificando con el acercarse la Semana Santa. Ya estamos a una semana del inicio de la semana más solemne e íntima de todo el año litúrgico, con su inicio el próximo Domingo de Ramos.

Amar es querer el bien del otro. Y Dios nos ama tanto que quiere nuestro mayor bien, que es conocer a Jesús y en Él llegar a estar siempre con Dios en el cielo. Nos dice hoy el Evangelio: Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en Él no muera, sino que tenga Vida eterna.

Muy feliz tercer domingo de Cuaresma y seguimos avanzando junto a Jesús en este tiempo de preparación a semana santa.

Hoy le pedimos a Dios en la oración inicial de la misa, que seamos aliviados por su misericordia a quienes nos humillamos interiormente. La misericordia de Dios como dice el Papa Francisco, nos primerea, sale a nuestro encuentro aún antes de pecar, nos alivia, nos envuelve. Lo único que tenemos que hacer es aceptarla.

En esta cuaresma, Jesús no invita a toda la Iglesia como conjunto a ir a con Él al desierto. No, Jesús nos invita de forma personal a tí y a mí. Nuestra relación con Jesús es siempre personal.

Muy feliz primer domingo de Cuaresma. Ya estamos metidos de lleno en este período que tanto bien nos hace. Pidamos en esta cuaresma a Dios la gracia de vivir más como Jesús, con los pies en la tierra y los ojos en el cielo.