Entre el espeso verdor de una naturaleza exuberante, laboriosas abejas trabajan juntas para producir el alimento, arañas milenarias tejen redes de apoyo, caracoles diversos caminan la palabra ancestral, mariquitas multicolores esquivan los ataques de la homofobia, e inquietos monos alegran el bosque con su algarabía y propagan las semillas de la dignidad… pero en medio de la aparente armonía, agazapada entre las sombras de la selva, medra una fauna transgénica que rompe los equilibrios naturales… monstruosos perezosos duermen en sus curules y engullen salarios extravagantes, deformes lagartos hacen lo indecible para obtener el favor del poderoso, ratas voraces devoran a sus propias crías, cangrejos ineptos arrastran hacia atrás a sus colonias, hienas de dos cabezas se alimentan del conteo de cadáveres y palomas caníbales con cerebros reducidos aterrorizan el bosque con sus alaridos… ¿Soportará el país tanta alimaña?