mayo hasta el 3 de
octubre del año 28 d.
C., Jesús y el cuerpo apostólico vivieron en Betsaida, en la casa
de Zebedeo. Durante todo aquel período de cinco meses de la estación
seca, se mantuvo un gran campamento junto al mar, cerca de la
residencia de Zebedeo, que se amplió considerablemente para dar
cabida a la creciente familia de Jesús. Lo ocupaba una población,
en constante cambio, de buscadores de la verdad, aspirantes a
curaciones y adeptos a fenómenos inusuales, que sumaban entre
quinientas y mil quinientas personas. Esta ciudad de tiendas estaba
bajo la supervisión general de David Zebedeo, con la asistencia de
los gemelos Alfeo. El campamento era un modelo de orden y salubridad,
al igual que en cuanto a la gestión a nivel general. Los enfermos
con distintas patologías estaban separados y bajo la supervisión de
un médico creyente: el sirio Elman.